Historia

La publicidad tiene mucha antigüedad, existe desde los orígenes de la civilización y el comercio, desde que existen productos que comercializar ha habido la necesidad de comunicar la existencia de los mismos. Esta se originó en la antigüedad hace unos 25.000, déspues de la edad paleolítica. Los primeros lugares en los que se tiene constancia de la publicidad son Siria, Arabia y Grecia, dónde con mensajeros de voz potente anunciaban sus productos a voz en grito y que a menudo iban acompañados de un músico que entonaba ritmos. Esta costumbre fue poco a poco extendiéndose  a otros países de Europa, países como Inglaterra y España. Tras la invención de la escritura, por los sumerios, en el cuarto milenio a. C, es en Grecia y Roma donde aparecen los primeros soportes comunicativos escritos con el fin de informar de intereses públicos, acontecimientos sociales o espectáculos a los ciudadanos. Estos soportes comunicativos se pintaban en muros. Esto se sabe porque arqueólogos hoy en día han descubierto varias muestras de esta antigua técnica, mayormente en Pompeya y Roma. En 1453 surge la llamada Biblia Gutenberg y los famosos almanaques se convierten en los primeros periódicos impresos. Aunque sabemos de los anuncios escritos desde la antigüedad, la publicidad impresa no se desarrolló hasta que apareció la imprenta que nace de la mano de Gutenberg en 1440. Esta comienza con el sellado en piedras y evoluciona a el método sencillo del tampón (herramienta para imprimir sobre arcilla). Es en 1453 cuando surge la llamada Biblia Gutenberg y sus famosos almanaques se convierten en los primeros periódicos impresos. Estos métodos se desarrollaron de forma independiente en diferentes épocas y distintos lugares del mundo. La imprenta permitió la difusión más extensa de los mensajes publicitarios y, con la aparición de nuevas ciudades, la publicidad se consolida como instrumento de comunicación. La publicidad moderna comenzó a evolucionar en Estados Unidos y Gran Bretaña a finales del siglo XVIII durante la época de la revolución industrial.  A finales del siglo XIX nace el cine y la fotografía y muchas empresas estadounidenses empezaron a vender sus productos en envases que llevaban impresa la marca. Esto marcó la historia de la publicidad, ya que antes los productos domésticos se vendían a granel (venta  de mercancías en grandes cantidades, normalmente sin envase), por lo que los consumidores no habían conocido hasta entonces al productor. Los primeros en utilizar esta técnica fueron los vendedores de jabones y detergentes. A principios del siglo XX, las agencias se profesionalizan y seleccionan con mayor rigurosidad los medios donde colocar la publicidad. Es así como la creatividad comienza a ser un factor importante a la hora de elaborar un anuncio. En los años 30 nace una famosa técnica creativa: el brainstorming, aunque no fue hasta la década de 1960 cuando se usó de manera habitual. La aparición de la electricidad contribuyó a la creación de anuncios luminosos; el fotomontaje y otras mejoras en las técnicas de impresión ayudaron tanto a editores como a los departamentos de publicidad de periódicos y revistas. La publicidad empezó a contratar a especialistas en relaciones públicas y la aparición de la radio ya entrado el año 1920 estimuló una nueva técnica de venta que utilizaba la voz como medio de llamar la atención. El invento más significativo de la posguerra fue la televisión, un medio que forzó a la industria publicitaria a mejorar sus técnicas comerciales utilizando medios visuales y sonoros. En la década de 1990 destaca la generalización del uso de reproductores de vídeo y de mandos a distancia para éstos y para las televisiones.